-  Vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9 y B12: intervienen en los procesos de absorción de numerosos nutrientes, son esenciales para la obtención de energía y refuerzan el sistema nervioso e inmunológico (entre otras funciones).

-  Vitamina C: Antioxidante, nos protege del desgaste interno provocado por los radicales libres y retrasa los procesos degenerativos y de envejecimiento. Además, refuerza el sistema inmune y protege de posibles infecciones.

-  Vitamina A: efecto antioxidante y refuerza el sistema inmunológico, protegiéndonos de posibles infecciones.

-  Vitamina D: Vitamina liposoluble que interviene en la absorción de calcio y fósforo, por lo que resulta imprescindible para una buena salud ósea.

-  Vitamina E: Actividad antioxidante. Reacciona con los radicales libres generados durante la vida diaria y evita la destrucción de "células buenas". Es considerada una vitamina cardio-protectora y rejuvenecedora.

-  Rutina: Flavonoide presente en frutas cítricas que presenta una alta capacidad para combatir alergias e infecciones. Se le atribuyen propiedades vasoprotectoras por su actividad sobre la fragilidad capilar. Los flavonoides mejoran también la disponibilidad de antioxidantes endógenos.

-  Calcio, Fósforo y Magnesio: Calcio y Magnesio participan activamente en los mecanismos de contracción y relajación muscular. Asimismo, Fósforo y Calcio son nutrientes indispensables para la salud ósea y su absorción depende tanto de la presencia de ambos como de la vitamina D.

-  Hierro y Zinc: nutrientes muy importantes para potenciar la salud intelectual. Además, son imprescindibles para el crecimiento. El Hierro tiene también un papel muy importante en el transporte de oxígeno en la sangre.

-  Fluoruro: El Flúor previene la osteoporosis y mejora la salud dental. Nos protege también de dolencias cardíacas.

-  Yodo: Es imprescindible para la creación de hormonas tiroideas. Además, mejora la salud de uñas, pelo y dientes.